Situado en el distrito de Las Letras de Madrid, consta de 600 metros cuadrados distribuidos en dos plantas con capacidad para unos 100 comensales. En poco tiempo se ha convertido en uno de los restaurantes de referencia de la capital.
El local mantiene la estructura de principios del XX con columnatas de hierro y ladrillo visto en el interior y una fachada con marquetería del año 1920 que evoca La Belle Époque. Está decorado en tonos blancos, negros y grises con muebles tipo vintage reciclados acorde con el carácter de la zona.
En este contexto, la atemporalidad del diseño de la silla Laclasica encaja a la perfección.